¿Alguna vez has sentido las miradas en tu cuerpo?
¿Son las miradas quienes llegan o es el cuerpo el que se traslada a la mirada?
¿Quién conecta a quién, el exterior al interior o el interior al exterior?
¿Una mirada reafirma cuando puedes verte en el brillo del otro? ¿La desnudez corpórea reduce el espacio entre las almas? ¿La pared es un límite o un refugio? ¿La imagen importa? ¿Somos cuadernos pautados o la pauta para un cuaderno? ¿La espalda es realmente espalda? ¿El arte es la vida misma escrita en cuatro letras o las letras son la abstracción del arte de la vida? ¿Aprendes o desaprendes? ¿Dar y recibir? ¿Estar o quitarse? ¿Mirar o entender? ¿Sentir o descubrir? Y es que cuando te miras, es posible mirar al otro… ¿Quién es el otro? ¿Acaso es tu reflejo en un espejo de carne? ¿Acaso la carne del espejo duele parecido?
Toma un lienzo y siente cómo el agitar de la mano es una descarga eléctrica; guarda tu mirada, tu respiración y en la intimidad de tu soledad, descubre si la vida es un lienzo a pintar o la pintura del lienzo es la vida…
Por Isis Martz. Guadarrama