Vamos al SAT 1 a la Sierra de Puebla. Grupo de amigas-primas, motivadas y entusiasmadas por una de ellas que puede convencer y enamorar al mas escéptico, retraído y antisocial ser del mundo. Tiene ese poder, y lo logró con todas nosotras.
«Ahora escojan el trabajo con el clown», nos dijo. ¡Es buenísimo Alain! Y otra vez le hicimos caso.
¡¡Uy!! Qué divertido, ¡vamos a actuar, me encanta! Listos para la representación en el primer ejercicio que hicimos en el clown, nos cambia los papeles… ¿¿what?? ¿¿qué onda?? ¡Así no era lo que habíamos planeado! Me empiezo a asustar, ¿¿no es de actuar lo que yo soy que me sale tan bien?? Parece que no. Luego nos reímos mucho, ¡¡¡pero qué tontos somos!!! Jajajajaja y luego nos ponemos serios… y así empieza mi andar en el clown.
¡¡¡Ahh, qué cosas!!! Inicio mi camino del autoconocimiento, empiezo a entender de qué se trata, me comienzo a ver. Toda la vida yo me había gustado sin ver mucho para adentro. Me bastaba lo que yo demostraba y era para los demás… y ¡¡ay nanita!! ¡Que me empiezo a desnudar! ¿Qué creen? ¿¿de la ropa?? ¡Ojalá hubiera sido de la ropa!, ¡¡no!! A desnudar del alma, ¡de lo que yo era realmente en mi interior!
Ay ay ay ay, canta y no llores… eso me decía yo, pero la cosa iba en serio.
Entonces descubro el Camino del Clown. Otra vez me convence la encantadora de serpientes, a la que no puedes dejar de escuchar, la que me involucra. Ya estoy ahí, ya no hay salida, ya estoy divertida y asustada.
El camino nos lo va abriendo un payaso con cara de payaso, muy divertido, chiquito, simpático y con un corazón mucho más grande que su tamaño.
¿Saben qué? Es ver al mundo desde otra dimensión, es que me vean los demás como yo soy, es ver a los demás hasta lo más profundo, es quererme como soy, es querer a los demás como son.
¡¡¡Pero qué alivio!!! ¡¡¡Pero qué descanso!!! ¡¡¡Y con qué humor!!!
¡¡¡¡¡Somos patéticos!!!!
Por Pamela Walls