Todos sabemos el poder sanador y transformador que tiene la música, pero si a eso le sumamos el acompañamiento amoroso, firme y sostenedor de Víctor Muñoz Polit, ¡este poder se multiplica por cien!
Víctor es el creador de la Musicoterapia Humanista, una psicoterapia musical que genera un vínculo profundo entre el paciente y el terapeuta a través del uso de la música. Esto se logra debido a que la música se mete en lugares recónditos, donde difícilmente se llega a través de otros métodos. Según el propio Víctor “tenía que crear una forma de entrar en el alma de las personas”.
Desde el momento en que conocí a Víctor y lo escuché, su voz llegó directo a mi alma y mi corazón. Sólo escuchar su presentación en el módulo de Musicoterapia en el CAE, tocó un lugar vulnerable de mi ser; y sin mucho más, yo ya sentí que comenzaba a sanarse algo muy hondo dentro de mí.
Luego, a medida que íbamos trabajando las diferentes capas del ser, combinando música y cuerpo, pude contactar con dolores y carencias muy antiguas e inconscientes. Pude ir derribando mis barreras de protección, mi máscara, para tocar mi vulnerabilidad y finalmente llegar a acariciar mi Ser esencial.
El acompañamiento de la música, magníficamente seleccionada, sumado al trabajo corporal y la profunda empatía de Víctor, me permitieron sentir la confianza como para entregarme y dejar fluir en mí todas las emociones y permitirme sacar lo más oscuro y reprimido. Como dice Gerardo Ortiz,
“la música es sanadora y todas nuestras vivencias están registradas en nuestro cuerpo”.
Por ende, al mover el cuerpo movemos todos nuestros recuerdos emocionales, todas esas vivencias conscientemente olvidadas que seguramente han sido muy dolorosas. No es fácil llegar a esos lugares oscuros de nuestra psique, pero el sostén y acompañamiento de Víctor hacen que esto, no solamente sea posible, sino que también resulte aliviador y sanador.
Uno ya no puede ser la misma persona después de vivir un taller de musicoterapia con Víctor, indefectiblemente se produce una transformación. Yo empecé a vivenciar desde las entrañas, porque sabía -pero desde la mente- que soy mucho más que el personaje que siempre muestro al mundo, que la vida tiene un sentido infinitamente más profundo y conectado con el todo, mucho más de lo que imaginaba. Pude sanar vivencias muy dolorosas y ancestrales a las cuales ni siquiera podría ponerles palabras. Las pude tocar y reconocer por medio de la música y el movimiento.
Haber tenido la oportunidad de cruzarme con Víctor y la Musicoterapia Humanista, es una de esas cosas maravillosas que suceden en la vida y sé que nada es casualidad. Haber llegado al CAE fue una de las decisiones más sensatas que he tomado y sé que la vida me trajo a México para empezar a despertar.
¡Infinitamente agradecida!
Por: Karina Donantueno