Durante la pandemia conocí al CAE y su programa “Mundo en movimiento” vía Zoom. Gracias a las entrevistas realizadas por Lupe, tuve la oportunidad de conocer personas maravillosas que ponen su recorrido personal y profesional al servicio de que podamos reconectar con la espontaneidad, la creatividad, la alegría de vivir y tantas y tantas cosas sepultadas en la infancia.
El primer taller lo realicé con Alain Vigneau con quien deseaba poder trabajar desde hacía muchos años sin poder conseguirlo. Más tarde vinieron otros talleres, cada cual con su alimento y despertar para mi niña interior. De la mano del Alain, y en compañía de todas las personas que componíamos la tripulación, pude realizar un nuevo viaje a mi infancia, navegué a la búsqueda de tesoros escondidos a la espera de ser desenterrados y descubiertos. Y, así encontré verdaderos tesoros entre los que se encuentran mis contratos de infancia sobre el humor y el sufrimiento.
También agradezco al CAE la oportunidad que me ha ofrecido y ofrece de conectar con personas de diferentes partes del mundo con las que nunca hubiera imaginado que podría compartir vivencias y sentires personales de forma tan abierta y sincera. Encuentros en los que siento que trasciendo del “yo”, “mi”, “a mi” y “mío” al “tú” y al “nosotros/as”.
Por: Ana Macazaga