A través de la imaginación podemos hacer materiales las formas del mundo abstracto, ya sea en respuesta a necesidades básicas para volver más sencilla la vida, a preguntas sobre lo desconocido y también a los profundos anhelos del corazón que se nutren del goce estético. Una palabra que usábamos antes para las transfiguraciones, es la de “milagro”. Magia, milagros y alquimia. Ahora pienso que, aún con tantos avances y herramientas tecnológicas, tenemos hambre de milagros orgánicos, como los que suceden en un grupo a través del contacto y del proceso alquímico característico de los cuerpos, lágrimas, sudor, temblores, pieles que se erizan, corazones que se abren, rostros que se transforman rejuveneciendo, animalizándose, develándose, personas que juegan a ser de otros mundos en pleno trance.
Todas estas experiencias se viven en el candor del Entrenamiento Internacional de Clown Esencial, auténticos milagros que se tejen por lo que cada persona trae consigo material e inmaterialmente. Alain construye y sostiene un espacio seguro dentro del escenario del CAE. El suelo de madera marrón ocre, dos columnas y un telón pesado de terciopelo negro, luces que bajan del cielo y el equipo de sonido que baña de bellas melodías el ambiente, son parte del lienzo en el que los caminantes del Clown entran a tirar del hilo de su imaginario para regalarnos espectáculos de talla internacional. Momentos sobre todo efímeros, etéreos, que sólo quedan en la memoria de quienes como dice Alain, compartimos el sueño, como público o como clowns.
Se vive en colectivo el entusiasmo de traer a la vida, expandir y jugar plenamente nuestros delirios, la espontaneidad y el entusiasmo que genera dar rienda suelta a la creatividad, a la expresión de los mundos internos. Cada persona pintando con su propio color, con su locura, su amorosidad, y al mismo tiempo con las propias estructuras, rigideces y limitaciones. Todo sirve y suma a este espacio fértil, que se transforma en mundos únicos y fantásticos para después volver a ser la sala del CAE, matriz segura de la creatividad.
Así ejercida, la imaginación adquiere un poder libertario, para modificar la realidad que nos es impuesta desde el exterior a través de nuestra poética, estética y anhelos íntimos, nos ayuda a vivir como dije arriba, resolviendo desde lo más básico hasta inspirarnos con imágenes sutiles de ensueño, cuando vemos a los otros transformarse, al sentirse una/o misma/o, capaz de expandir su expresión, bajo la guía de un director escénico, capitán del barco que zarpa hacia territorios desconocidos. Eso es justo lo que sorprende, que todavía queden espacios inexplorados de la naturaleza humana. Por ello, hacer viajes en colectivo, para tejer puentes entre los mundos imaginarios y las realidades de cada quien, nos hermana más allá de las fronteras que nos separan, anclando lo nuevo en los territorios del pasado, de la infancia, de las heridas y recuerdos para percibir el mundo con ojos capaces de ver más allá. Con corazones que aprenden a cuidar mejor y cuerpos que saben que la transformación es el camino.
Gracias a Alain por llevarnos a estos territorios, a volar alto, bucear profundo y flotar en el reposo silencioso.
Por: Mariana Salgado
Fotografía de: Olga Sanz