Telepsicología, cuarentena y COVID-19

En este momento de la historia, vivimos una situación que está por demás mencionar, y cuyos efectos psicológicos y sociales se mantienen en gran medida en la incertidumbre. Los psicólogos y psicoterapeutas coincidimos en que la mayoría de las personas nos encontramos transitando en una crisis.

Por otro lado, la distancia física se hace necesaria para protegernos y proteger a los demás, por lo que la labor de los especialistas en salud mental ha de darse con base en herramientas tecnológicas que permitan un contacto eficiente: la telepsicología, para la orientación y acompañamiento psicológico se ha vuelto la alternativa actual.

Existen distintas escuelas y métodos de las que parten las diferentes modalidades de apoyo psicológico para las personas, entre ellas la mediación artística, que consiste en el uso de las técnicas de las artes para reconocer, expresar y elaborar las emociones y experiencias, así como permitir el autoconocimiento. De ahí que la propuesta que hoy presento para la intervención en el contexto de la cuarentena y COVID–19, sea trabajar con telepsicología desde la mediación artística.

El objetivo de estas intervenciones es la expresión e integración de las emociones y experiencias que surgen de la cuarentena y el COVID-19. Es necesario recordar que, para la mediación artística, es más importante la producción que los diálogos verbales que pudieran surgir de esto, por lo que la invitación es a hacer mayor énfasis en lo que se hace que en lo que se piensa de lo que se hace. Se privilegia el lugar de las emociones y se procura en todo momento hacer una invitación a la creatividad y espontaneidad.

Entre las ventajas que tiene la mediación artística en el contexto del distanciamiento social y la telepsicología podemos enumerar los siguientes ejemplos:

• Se puede realizar de manera remota (incluso a través de una pantalla). El contacto físico puede ser limitado, siendo más relevante la experiencia individual del paciente con el mediador.
• El arte permite que «salgan» situaciones, pensamientos, sentimientos y emociones que el diálogo muchas veces inhibe, al ser este último un proceso más cognitivo que instintivo.
• Es muy versátil. Existen mediadores que se adaptan a los gustos e intereses de los pacientes, desde la música y la escritura, hasta la pintura y el modelaje con arcilla.

Para realizar estas actividades, debemos considerar que el consultante cuente con un espacio cómodo para mantener una postura adecuada y una mesa de trabajo suficientemente amplia para utilizar los recursos materiales de esta intervención. Idealmente, se debe obtener la imagen del consultante y de lo que está produciendo con el objetivo de acompañarle y monitorear.

Como ejemplo de este tipo de intervenciones telepsicológicas de mediación artística, podemos encontrar las actividades que se han estado publicando en las historias de Instagram y en la página de Facebook del CAE. Si aún no las conoces, puedes entrar haciendo clic aquí, y descubrir las bondades que tiene la esta herramienta para ayudar a transitar la crisis y conocerte mejor.

Por Montserrat Mena Macari